Una tal Emma

Hay una cosa en común entre todos los artistas. Todos alguna vez se retiran. Justin Vernon se retiró a una cabaña en los bosques de Winconsin después de que su vida se fuese a pique, el resultado: For Emma, forever ago que nació durante una reclusión voluntaria en una cabaña en Wisconsin de 4 meses. A Justin Vernon, el nombre tras Bon Iver, le habían dejado su novia (no hay que ser ningún genio para figurarse que será la tal Emma) y su banda, con la que había estado 10 años se acababa de desbandar. Antes de recluirse lo único que le alegraba a Justin era alguna que otra colaboración con the rosebuds .

Lo curioso de este disco es que no rezuma tristeza, ni desasosiego; todo lo contrario. Aunque lleno de soledad (la soledad de la cabaña que se deja ver durante todo el disco), el disco es un esperanzador en estado puro. El mayor ejemplo es una de mis canciones favoritas del disco The Wolves (Act I and II) en la que Justin canta a todo lo que pudo haber perdido y sigue ahí. Y no se que será que toca en esa parte, en jenesaispop creen que suena como fuegos artificiales, yo que sé, pero es un subidón. ¡Y pensar que la mayor parte del disco se grabó con un cuatro pistas!



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